Prosa poética
Óleo inacabado
Con los trazos inciertos de
mis manos,
voy pintando, despojos y
formas opacas,
que van arrastrando a los
paisajes
donde se enclaustran los
sueños.
Colores, morados y rojos
sangrantes
se hacen gritos entre los
grises.
Y la amarilla paz, palidece
entre los sombras silenciosos.
Trazo a trazo se plasma el
rito de la vida
en el blanco lienzo…Hoy
manchado…
Manchado por pinceles
despeinados,
por huracanes con miles de
cuchillas,
que arrancaron, los rosas y
azules
de antañas primaveras
florecientes.
Manchado sin escrúpulo por el parduzco
y maloliente dinero, de Amelín
tintineo,
que hipnotiza esta sociedad
que nos engulle.
El escarlata, impera sobre el
negro,
hasta el verde se vuelve
pestilente,
en las pantanosas aguas del
consumismo.
Y en las acequias secas y
amortajadas
se van emborronando los ocres
y tierras.
No, no quiero pintar más
silencios,
ni más gritos desgarrado, ni
silbidos de balas.
Quiero volver a pintar el
verde de la esperanza
en paisajes bucólicos, con
amarillos prados
de mies doradas por el sol del
mediodía.
El malva morado de la
silvestre florecillas
el limpio azul del cielo y
anaranjados atardeceres,
donde la luz, resalte las
fuerza del color.
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Cerraduras y cerrojo
a tu puerta le pusiste.
Nunca me dejaste entrar
y ahí pusiste el limite.
Se oxidaron los candados
se pudrieron las maderas
su soledad es tan grade
que ni los gozne chirrean.
Tu puerta y tu verdad
cerrada están con dos llaves
una, la de tu desconfianza,
otra, la de tus maldades.
El jardín de la vida
No se lo que voy buscando
es un mar de confusión.
Pasas el tiempo pensando...
La vida tiene razón
Pero nunca sabes cuando.
Pasa el tiempo sin clemencia
y mirar atrás quisieras
y es tanta la indiferencia
que te engañas con quimeras
marcando ya tu sentencia.
Pobre del hombre que crea
que es, el más sabio de todos.
En sus vicios se recrea
y se infla de tal modo
que se pudre o se estropea.
Para seguir adelante
debes siempre recordar.
Nacemos pobres infantes
vivimos para trabajar
y somos muerte andante.
CESTO DE FLORES
Metí la primavera en un cesto
y un arcoiris de colores fusioné
Rosas , alelíes y geranios
margaritas y petunias yo pinté
Bullía el color y la alegría
los azules, los rojos y violetas
bailaban al compás de mi pincel
Un jardín metí yo en aquel cesto
para ponerlo luego en la pared.