martes, 6 de marzo de 2012

Prosa poética
Óleo inacabado

Con los trazos inciertos de mis manos,
voy pintando, despojos y formas opacas,
que van arrastrando a los paisajes
donde se enclaustran los sueños.
Colores, morados y rojos sangrantes
se hacen gritos entre los grises.
Y la amarilla paz, palidece
entre los sombras silenciosos.
Trazo a trazo se plasma el rito de la vida
en el blanco lienzo…Hoy manchado…
Manchado por pinceles despeinados,
por huracanes con miles de cuchillas,
que arrancaron, los rosas y azules
de antañas primaveras florecientes.
Manchado sin escrúpulo por el parduzco
y maloliente dinero, de Amelín tintineo,
que hipnotiza esta sociedad que nos engulle.
El escarlata, impera sobre el negro,
hasta el verde se vuelve pestilente,
en las pantanosas aguas del consumismo.
Y en las acequias secas y amortajadas
se van emborronando los ocres y tierras.
No, no quiero pintar más silencios,
ni más gritos desgarrado, ni silbidos de balas.
Quiero volver a pintar el verde de la esperanza
en paisajes bucólicos, con amarillos prados
de mies doradas por el sol del mediodía.
El malva morado de la silvestre florecillas
el limpio azul del cielo y anaranjados atardeceres,
donde la luz, resalte las fuerza del color.


Cerraduras y cerrojo
a tu puerta le pusiste.
Nunca me dejaste entrar
y ahí pusiste el limite.
Se oxidaron los candados
se pudrieron las maderas
su soledad es tan grade
que ni los gozne chirrean.
Tu puerta y tu verdad
cerrada están con dos llaves
una, la de tu desconfianza,
otra, la de tus maldades.




















El jardín de la vida

No se lo que voy buscando
es un mar de confusión.
Pasas el tiempo pensando...
La vida tiene razón
Pero nunca sabes cuando.

Pasa el tiempo sin clemencia
y mirar atrás quisieras
y es tanta la indiferencia
que te engañas con quimeras
marcando ya  tu sentencia.

Pobre del hombre que crea
que es, el más sabio de todos.
En sus vicios se recrea
y se infla de tal modo
que se pudre o se estropea.

Para seguir adelante 
debes siempre recordar.
Nacemos pobres infantes
vivimos para trabajar
y somos muerte andante.



CESTO DE FLORES
Metí  la primavera en un cesto
y un arcoiris de colores fusioné
Rosas , alelíes y geranios
margaritas y petunias yo pinté
Bullía el color y la alegría
los azules, los rojos y violetas
bailaban al compás de mi pincel
Un jardín metí yo en aquel cesto
para ponerlo  luego en la pared.










































No hay comentarios:

Publicar un comentario